Descubre cómo evitar uno de los errores más comunes en los entrenamientos de triatlón, explicado por el triatleta profesional Josh Lewis

La semana más dura en la vida de Josh Lewis: Cómo evitar este común error de entrenamiento en triatlón

El camino hacia una competición de triatlón, especialmente un IRONMAN, está lleno de desafíos tanto físicos como mentales. A solo una semana de su última carrera de la temporada, el IRONMAN Barcelona, el triatleta Josh Lewis comparte cómo enfrenta uno de sus días más complicados de entrenamiento, resaltando un error común que muchos cometen: la falta de una correcta estrategia de recuperación y nutrición a lo largo de la semana.

El entrenamiento de los viernes: La clave del problema

Aunque Josh entrena intensamente toda la semana, el viernes el día que se convierte en el más difícil. Esto no se debe únicamente a la intensidad del entrenamiento en sí, sino a la acumulación de fatiga de las sesiones previas. El viernes está destinado a un entrenamiento de umbral en carrera, una sesión clave para mantener el ritmo competitivo, pero el éxito de este día depende en gran medida de la alimentación y el descanso durante los días anteriores.

«Si no te alimentas adecuadamente el jueves después de un entrenamiento de 5 o 6 horas, el viernes empiezas a notar la falta de energía«, explica Josh. Este déficit energético se convierte en un obstáculo durante las sesiones de alta intensidad, lo que puede llevar a un agotamiento físico y mental que afectará su rendimiento en la recta final antes de la carrera.

La natación y el cansancio acumulado

Uno de los entrenamientos más extenuantes que realizó esa semana fue una sesión de natación compuesta por tres rondas de 1650 metros a ritmo de umbral, buscando un equilibrio entre el esfuerzo físico y el control de la velocidad. Sin embargo, nadar a este nivel de intensidad, especialmente en condiciones de calor, provoca una gran depleción de los depósitos de glucógeno.

Esto genera un desafío aún mayor para Josh, ya que, además de nadar, planea completar una sesión de ciclismo de tres horas y una carrera rápida al terminar la natación. Todo esto ocurre en un contexto de entrenamiento que acumula horas e intensidad a lo largo de la semana.

El reto de la recuperación

Josh enfatiza la importancia de gestionar el equilibrio entre entrenamiento y recuperación. «Si no recuperas bien el miércoles, que es un día de entrenamiento largo de seis o siete horas, el déficit se acumula a lo largo de la semana». La estrategia de recuperación se convierte en un factor esencial para evitar el «hoyo» en el que puede caer un atleta si no cuida su alimentación, hidratación y descanso.

Este desgaste afecta tanto la energía como la capacidad mental para enfrentarse a cada sesión, lo que puede hacer que la semana siguiente se convierta en una batalla cuesta arriba desde el primer día .

El desafío mental y personal

Además de los desafíos físicos, Josh también menciona la presión mental derivada de situaciones personales, como la mudanza de casa , que añade estrés a su rutina diaria. «Moverse es una de las cosas más estresantes que puedes hacer como pareja», comenta, señalando cómo estas tensiones también afectan el rendimiento en el entrenamiento.

Preparación para la carrera

Al cerrar la semana, con una larga salida en bicicleta de cinco horas el sábado y una carrera larga el domingo, el enfoque de Josh se centra en afinar los detalles de cara a su competición final. «El fin de semana es para cerrar la semana de entrenamientos y entrar en la semana de taper» , indica. Durante este tiempo, reduzca la intensidad y la duración de los entrenamientos para permitir que su cuerpo recupere completamente de cara a la carrera.

Foto portada redes Josh Lewis

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