El mito de Embrunman

El Embrunman es una prueba de triatlón legendario (40 años), conocido por su formato XXL que despierta sueños entre los triatletas. Es una experiencia extenuante que combina desafíos físicos y mentales únicos en su tipo. Desde las primeras luces del día, los participantes se enfrentan a una jornada completa bajo el calor, ascendiendo más de 5.000 metros a lo largo de la competición.

Prepararse para el Embrunman no es tarea fácil. Requiere meses de dedicación tanto física como mental. Los participantes deben estar completamente preparados para enfrentarse a los 3,8 km de natación en el agua de Embrun, seguidos por los extenuantes 188 km de ciclismo a través de los desafiantes Alpes franceses. La ruta incluye el formidable Col de l’Izoard, una prueba de resistencia y habilidad escaladora para su segmento ciclista.

La maratón finaliza el desafío con 42,195 km divididos en tres vueltas, cada una con 400 metros de desnivel. Los corredores se enfrentan a sus límites físicos y mentales, con el aliento del público proporcionando el impulso necesario para llegar a la línea de meta.

El ambiente en las calles de Embrun es una mezcla de sufrimiento y celebración por parte de participantes y público, donde los participantes son animados por turistas, lugareños y espectadores que crean una atmósfera festiva.

El Embrunman no es solo una carrera, es un viaje hacia el autodescubrimiento y la superación personal, donde cada finalista lleva consigo la satisfacción de haber conquistado uno de los desafíos más exigentes del mundo del triatlón.

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