Estas 3 cosas mejorarán tu rendimiento deportivo
Esta es una reflexión que debería ser periódica, que nos deberían recordar a cada deportista popular cada cierto tiempo. Debería aparecer en televisión, en redes sociales… Para mejorar nuestro rendimiento deportivo de forma exponencial, hasta que lo tengamos interiorizado en nuestro día a día, estas tres cosas son las que más ganancias aportan, más allá de los marginal gains que tan de moda puso el INEOS en su momento.
¿A qué tres aspectos clave de nuestro día a día nos referimos? A continuación, los resumimos brevemente:
El descanso como fuente de mejora
Descansar no es solo dejar de entrenar, sino también dormir bien, irse a la cama a una hora adecuada, apagar las luces… Todo esto es fundamental para mejorar nuestro rendimiento deportivo. Dormir las horas necesarias y mantener una higiene del sueño adecuada hará que estemos más descansados, que nuestro cuerpo se recupere mejor y que afrontemos el día con más energía, tanto en lo laboral como en lo deportivo.
A nivel popular, es un factor que podemos controlar. Si mejoras tu descanso, verás cómo tu rendimiento deportivo también mejora.
Cuida tu alimentación
Aquí entramos en un terreno delicado. ¿Por qué? Porque lo mejor es ponernos en manos de un especialista, al menos al principio, para mejorar nuestra educación alimentaria.
Una dieta equilibrada no significa eliminar alimentos, salvo aquellos realmente perjudiciales para la salud. No se trata de renunciar a un trozo de pizza o una hamburguesa con amigos, sino de no abusar de ellos y asegurarnos de que nuestra alimentación cubre las necesidades de nuestro cuerpo para el día a día y el entrenamiento.
Para ello, lo ideal es recibir asesoramiento profesional, alguien que nos eduque en un aspecto que muchas veces hemos descuidado. Con la alimentación adecuada, evitaremos lesiones y mejoraremos la recuperación intra y post-entrenamiento.
Estructura el entrenamiento
Esta es otra de las formas más efectivas de mejorar el rendimiento. Muchas veces, cuando entrenamos sin planificación, nos estancamos en los mismos ritmos, tiempos y marcas. Lo más probable es que no tengamos una planificación adecuada o que simplemente no exista.
Los planes genéricos pueden funcionar al principio, pero llegará un momento en el que no serán suficientes, ya sea por necesidad de mejora, por circunstancias personales o por una lesión.
Si en la nutrición hablábamos de buscar ayuda profesional, con el entrenamiento ocurre lo mismo. Existen muchas opciones: entrenadores personales, grupos de entrenamiento, clubes deportivos… Todo ello enfocado en mejorar el rendimiento y prevenir lesiones.
Como ves, mejorar nuestro rendimiento deportivo está al alcance de nuestra mano. Luego vendrá comprar una cabra, unas zapatillas con placa de carbono o invertir 700 euros en un neopreno pro. Todo eso ayuda, pero lo fundamental es cuidar la maquinaria: nuestro cuerpo.