La gran lección de Ruth Brito

Más de cinco años habían pasado desde que la triatleta canaria corriera su último Ironman, entre medias, una segunda maternidad y la retirada de su marido, Eneko Llanos. Sin embargo, siempre mantenía la ilusión de volver a competir al menos una vez más en su segunda casa, Vitoria, que tantas veces la ha visto brillar en carrera y dónde volvió a hacerlo una vez más este domingo a sus sorprendentes 44 años.

«COMÍ MUCHO EN LA BICI Y LO ASIMILÉ MUY BIEN»

Ruth cuenta que se encontró regular nadando, «tuve algunos calambres en el agua, sabía que no iba a marcar un gran parcial por como me encontraba», sin embargo al coger la bici notaba que entraban los Watios en bici y «me centré en cuidar la hidratación y la nutrición» ya que en Vitoria no había hecho calor durante los meses antes y no estaba adaptada a la temperatura que se dio el domingo.

Cuando llegó la maratón «pensé que iba a sufrir muchísimo por el día de calor pero el cuerpo estaba funcionando», normalmente es en la tercera y cuarta vuelta de carrera donde se empieza a sufrir pero para mi sorpresa, «empecé a volar gracias al apoyo y como me empujó mi gente que estuvo animando todo el día».».

«HA SIDO UN AÑO DURO Y ESTOY MUY AGRADECIDA»

Como no podía ser de otra manera, Eneko Llanos es su entrenador, «pensábamos que sí tenía un buen día, podría estar cerca de mis mejores tiempos de hace cinco años y acercarme a las 9horas y 29 minutos», finalmente la triatleta canaria paró el tiempo en un increíble 9horas y 22 minutos, rozando el Top10 con un starlist donde competían algunas de las mejores del mundo.

Ruth comenta que ha sido un año muy duro, de muchas renuncias por parte de su familia para que «mamá pueda entrenar» por lo que está muy agradecida a Eneko, a su entorno por todo el cariño recibido y por el que estoy viviendo una «resaca emocional».

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