Lionel Sanders: «Si alguna vez gano Kona, será una sorpresa»
En el mundo del triatlón, Lionel Sanders es sinónimo de perseverancia, reinvención y una mentalidad implacable. A pesar de haber estado cerca de la cima en múltiples ocasiones, el triatleta canadiense sigue luchando por alcanzar su mayor sueño: ganar un Campeonato Mundial de IRONMAN. En su último videoblog de entrenamiento, Sanders reflexionó sobre sus altibajos, la importancia de establecer metas significativas y el equilibrio entre el éxito externo y la satisfacción personal.
La obsesión por mejorar: Un arma de doble filo
Tras su destacado rendimiento en Kona 2017, donde estuvo a punto de lograr la victoria, Sanders creyó que estaba en su mejor momento. Sin embargo, una pequeña obsesión por mejorar un «medio punto porcentual» lo llevó a un declive mental.
«Fui a Oceanside en 2018 y Jan Frodeno me superó en natación, ciclismo y carrera. Literalmente, lo eché todo por la borda solo por esa carrera. Eso no debería afectarme. Eso se llama inseguridad», admitió.
Este momento marcó un punto de inflexión en su carrera. Sanders comprendió que, aunque el éxito en el deporte requiere metas ambiciosas, la obsesión por ganar puede convertirse en una carga psicológica.
El equilibrio entre sueños y realidad
Para Sanders, ganar un Campeonato Mundial es un sueño, pero no una meta fija. «Es un sueño mío, pero intento encontrar un equilibrio entre mis objetivos externos e internos», explicó.
A lo largo de los años, ha aprendido que el fracaso es parte del proceso. «He fracasado durante muchos años seguidos intentando ganar el título mundial. Casi lo logro. En 2017, casi lo logré. Así que es posible», dijo.
Sin embargo, también reconoce que el triunfo debe ser tan desafiante que nunca esté garantizado. «No sé si puedo ganar. Si alguna vez gano, será una sorpresa, pero sé que me habrá exigido todo».
Miniobjetivos: La clave para el éxito
Uno de los aprendizajes más valiosos de Sanders ha sido la importancia de dividir sus metas en objetivos más pequeños y alcanzables.
«Decir que tienes esa meta y realmente hacer lo necesario para convertirla en realidad son dos cosas muy diferentes», afirmó.
Actualmente, su enfoque está en mejorar aspectos específicos de su rendimiento:
- Natación: Nadar 24 segundos a un ritmo bajo.
- Ciclismo: Mantener 370 vatios en series de 10 a 12 sprints de cinco minutos.
- Carrera: Correr en un rango de 1:08 con un buen rendimiento previo en bici.
«Si logro todo eso y termino quinto, estoy bien. Volveré a empezar de cero o diré: «Eso fue todo»», aseguró.
La satisfacción de dar el 100%
Para Sanders, el verdadero éxito no se mide únicamente por victorias, sino por la certeza de haber dado todo.
«Espero llegar a ese día en que termine una carrera y piense: «Lo di todo, lo di todo». Entonces mi trabajo estará hecho», expresó.
Incluso si nunca consigue el título mundial, está en paz con su esfuerzo. «Si logro todo eso, y creo que puedo estar cerca de lograrlo, entonces será una satisfacción absoluta».
Conclusión: Más que un triunfo, una filosofía de vida
Lionel Sanders personifica la lucha constante por la superación personal. Su historia no es solo la de un atleta buscando una medalla, sino la de alguien que ha aprendido a convivir con el fracaso, a reinventarse y a encontrar significado en el proceso.
Si algún día levanta el trofeo en Kona, será el resultado de años de dedicación. Pero incluso si no lo logra, su legado será recordado no solo por sus tiempos, sino por su mentalidad inquebrantable.
«Hablar es fácil. La clave está en establecer una meta que sea significativa y viable, y trabajar de verdad para lograrla».
Y eso, más que cualquier título, es lo que define a un verdadero campeón.