¿Quieres un nuevo récord en 5K? Prueba esta rutina

Correr un 5K rápido es un objetivo desafiante pero alcanzable, ideal para quienes buscan mejorar su rendimiento en distancias cortas sin sacrificar demasiado tiempo en su rutina diaria. Si bien un solo entrenamiento no puede cubrir todos los aspectos necesarios, este sesión piramidal te ayudará a mejorar la tolerancia al lactato, la capacidad aeróbica y la precisión en el ritmo de carrera.

Calentamiento y ritmo objetivo

Antes de comenzar, realiza un trote de 10 minutos seguido de unas progresiones para activar la musculatura y preparar el cuerpo.

Es fundamental conocer tu ritmo objetivo para el 5K. Si, por ejemplo, tu mejor marca es 30 minutos, no intentes correr a ritmo de 25 minutos de inmediato. En su lugar, apunta a mejorar gradualmente, primero a 29 minutos, luego a 28 y así sucesivamente. Para calcular tu ritmo por kilómetro, divide tu meta de tiempo entre cinco. Este ritmo será la base para la sesión.

La sesión piramidal

Este entrenamiento sigue una estructura piramidal, donde las repeticiones comienzan largas a ritmo objetivo, se acortan aumentando la velocidad y luego se vuelven a alargar reduciendo la intensidad:

  1. 800 m al ritmo de carrera objetivo.
  2. 600 m a 10 segundos por kilómetro más rápido.
  3. 400 m aún 10 segundos por kilómetro más rápido.
  4. 200 m a 30 segundos por kilómetro más rápido que el ritmo objetivo.
  5. 400 m reduciendo 10 segundos por kilómetro respecto al esfuerzo anterior.
  6. 600 m ajustando nuevamente el ritmo.
  7. 800 m al ritmo objetivo, simulando el esfuerzo del último kilómetro en una carrera real.

Recuperación y beneficios

Entre cada repetición, realiza una recuperación activa con trote suave o caminata corta. El objetivo es reducir la frecuencia cardíaca sin permitir una recuperación completa para mantener la intensidad de la sesión.

Este entrenamiento mejora tu:

  • Tolerancia al lactato, permitiendo a tu cuerpo utilizar eficientemente la energía durante esfuerzos intensos.
  • Capacidad aeróbica, aumentando tu resistencia y eficiencia respiratoria.
  • Precisión en el ritmo de carrera, ayudándote a regular la velocidad en cada fase de la competición.

Enfriamiento y conclusión

Finaliza con un trote de enfriamiento para evitar la acumulación de fatiga y favorecer la recuperación muscular.

Si realizas esta sesión con regularidad y ajustas el ritmo progresivamente, notarás mejoras en tu velocidad y resistencia para lograr un 5K más rápido.

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