¿Cómo gestionar las emociones?
Manejar las emociones y los niveles de excitación durante las competiciones son habilidades importantes. Ambos suelen estar asociados con el estrés antes de la salida. No hay emociones buenas o malas, cada una informa de algo. Las emociones previas a una salida pueden ser agradables o desagradables, útiles o perjudiciales. Vale la pena darles un poco de espacio y comprender por qué nos sentimos como nos sentimos. La emoción que se siente antes del comienzo es información sobre, por ejemplo, nuestra emoción por el comienzo o el miedo al fracaso. Es útil prestar atención a nuestros pensamientos, ya que muchas veces provocan y permiten modificar nuestros sentimientos. Por un lado, estar nervioso antes de la salida puede interpretarse como ansiedad o miedo, pero por otro lado, ¿el nerviosismo no puede significar también que no puedes esperar para correr? Y aquí podemos pasar sin problemas a la excitación. La excitación se refiere a la respuesta de nuestro cuerpo a un desafío, justo antes de una competición. Cada persona experimenta la estimulación en el cuerpo de forma individual.
Ejemplos de signos de mayor excitación incluyen respiración rápida, manos frías o frecuencia cardíaca más alta. El nivel de excitación también puede ser demasiado bajo cuando, por ejemplo, tenemos sueño y nos sentimos mal calentando. Cada triatleta tiene su propio nivel óptimo de excitación. Un triatleta prefiere calmarse un poco antes de la salida, mientras que otro prefiere despertarse con su música favorita. Aquí pueden resultar útiles técnicas de respiración para estimular o relajar el cuerpo, una rutina previa al inicio comprobada o tu lista de reproducción de competición favorita.
Una vez más, es importante saber cómo reaccionamos bajo estrés y qué necesitamos para utilizar nuestras emociones y la preparación de nuestro cuerpo para comenzar de la mejor manera. No existe una emoción ideal que nos ayude a tener un comienzo perfecto, y no existe un nivel ideal de excitación. Sin embargo, analizando nuestras salidas podemos notar cuando nuestras emociones nos ayudaron más y cuando el nivel de estimulación fue el más óptimo y sentimos que nuestro cuerpo estaba listo para correr. Vale la pena utilizar nuestras experiencias deportivas, porque es información valiosa sobre lo que funciona y nos hace sentir mejor antes y durante la competición.