Gánale la partida al “no tengo tiempo»

Te levantas por la mañana y empieza el verdadero reto de todo deportista amateur: compaginar vida familiar, vida laboral, vida social, responsabilidades, compromisos y ya si eso meter la sesión cañera que tenías programada para hoy. Y en la mayoría de ocasiones esa sesión de entrenamiento que tenías planeada se va retrasando y postergando durante el día. Tenías pensado ir a nadar a primera hora pero se te han pegado las sábanas y decides que la harás a la hora de comer. Llega la hora de comer y surge un imprevisto, aún nos queda entrenar a media tarde. Llega media tarde y aparece el recado de turno del que no te acordabas. Como último recurso te queda entrenar a última hora pero el día te ha pegado una paliza y esa sesión pasa al limbo de las sesiones que nunca hiciste.

Si te has sentido identificada o identificado con esta situación déjame decirte que forma parte del juego del “trigloberismo”. Pero que no por ello deberías esconderte detrás de la excusa del “NO TENGO TIEMPO” sino que deberías tomar medidas para que cada vez sean menos las sesiones que recortas o que suprimes de tu plan de entrenamientos. Y a la vez recordarte que somos globeros y, como tal, el deporte tiene un peso importante en nuestras vidas, pero por encima hay elementos mucho más importantes en la lista de prioridades como: la familia, la pareja, el trabajo y por supuesto la salud. Y si en algún día hay que descartar la sesión porqué no queda otra, se suspende y tan felices.

Déjame darte la claves para ganarle la partida a la falta de tiempo para entrenar. Cosa que te ayudará, por un lado a gestionar tus posibilidades logísticas y, por otro, que no tengas la sensación de frustración en forma de “mala leche” por no haber cumplido con tu dosis de machaque físico.

EXCUSA O MOTIVO

En primer lugar debes reflexionar si el tema del tiempo es un motivo irrefutable o más bien una excusa detrás de la que te escondes para justificar tu falta de fuerza de voluntad o capacidad organizativa. Para ponértelo fácil, un motivo es una causa por la cuál no existe ninguna alternativa, una causa por la que tu no puedes cambiar nada de tu día a día para conseguir sacar tu sesión de entrenamiento. En cambio, una excusa, es una justificación ficticia por la cual no pones nada de tu parte para conseguir sacar la sesión diaria.

TIEMPO BANAL

En segundo lugar analiza todas las acciones que llevas a cabo durante el día y, piensa cuáles de ellas son triviales, insustanciales o improductivas. Piensa en el tiempo que dedicas en revisar redes sociales, en tomar el café en el bar, en desplazamientos innecesarios, en mirar series o en echarte la siesta que deja pasando la noche en vela. Ahora dime que no puedes sustituir cualquiera de estas actividades que van robando tiempo de tu día por hacer la sesión de entrenamiento.

NO SIEMPRE MÁS ES MEJOR

En el mundillo de los deportes de resistencia siempre nos da la impresión de que es necesario meter muchas horas de entrenamiento para rendir mejor. Evidentemente para pruebas de ultradistancia será imprescindible trabajar la asimilación y acumulación de mucho volumen. Pero para la mayoría de retos de andar por casa, para los que nos ponemos un dorsal, entrenando una hora al día puede ser más que suficiente. Como deportista bien documentado conoces métodos de trabajo mediante lo cuales, a intensidades más altas, se consiguen beneficios para pruebas de mayor duración. Quizá en lugar de decir que no tienes tiempo, deberías decir que no sabes sacarle partido al tiempo del que dispones.

ROMPER LA ZONA DE CONFORT

A todos nos gustaría salir a entrenar tres horas cada día después dejar a los niños en el cole, echar la siesta después de comer y hacer la sesión de fuerza compensatoria a media tarde. Pero la realidad es que toca entrenar cuando se puede y si ello implica levantarse a las seis de la mañana para ir a la piscina, habrá que apechugar. Así que, toca salir de la comodidad y entrenar cuando se pueda aunque las condiciones no sean las más favorables para tu rendimiento.

ALTERNATIVAS EFICIENTES

La mayores pérdidas de tiempo marginales se dan en detalles tan simples como tener los entrenamientos programados, el material preparado con antelación, no ducharse en el gimnasio o reducir desplazamientos a instalaciones. Para este último aspecto, entrenar en casa es la mejor solución y alternativa para conseguir ser una máquina de la eficiencia temporal. Disponer de un kit de mancuernas, una cinta y un rodillo es la mejor decisión que puedes tomar para ganarle la partida a la falta de tiempo.

OBJETIVOS REALISTAS

En último lugar, deberías dejar de lado tu espíritu “flipatleta” y ajustar tus objetivos a la realidad logística de tu vida diaria. Si dispones de poco tiempo plantéate objetivos alcanzables en base a tus posibilidades de entrenamiento. Aunque existan métodos para sacar el máximo partido al poco tiempo, puede que no sea el mejor momento para preparar pruebas de larga distancia si a cambio tienes que derrumbar tu lista de prioridades y, por consiguiente, todo lo que ello conlleva.

Una vez analizados todos estos aspectos para que el “no tengo tiempo” no vuelva a salir de tus palabras espero que este artículo te ayude a poder seguir haciendo encajes de bolillos semana a semana para conseguir cruzar esas metas que tanto aportan a tu vida.

Un triglobero que a veces no tiene tiempo.

Toni López

@SEMPRENFORMA_ENDURANCE_COACH

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