Consejos para evitar las rozaduras del sillín

Pocas cosas hay más molestas que las rozaduras provocadas por el sillín en un ciclista. Te ves obligado a seguir dando pedales y soportar un dolor que va a ir a más y más si no le pones remedio. Hay formas de prevenirlo y hay formas de evitar que vaya a más.

Cuando empiezas a dar pedales, es normal que aparezcan algunos dolores e incluso algunas rozaduras. Sin embargo, es algo a lo que debes prestar atención por varias razones. Porque es molesto y porque te puede apear de la bicicleta un tiempo.

Las rozaduras provocadas por el sillín de la bicicleta son uno de los principales problemas de este deporte, pero insistimos, hay formas de prevenirlas. No creas que los ciclistas profesionales, que se pasan horas y horas sobre la bici, no han estudiado la mejor forma de prevenir este mal endémico.

Consejos para evitar las rozaduras en ciclismo

Las rozaduras no son más que áreas irritadas por el constante rozamiento de tu piel con tu propia piel o con otro tejido abrasivo. Las presiones a las que está sometida toda la zona perineal y las ingles y el roce constante por la cadencia suponen un riesgo supremo: no hay nada más molesto que rozaduras importantes en esta zona.

Muchos ciclistas profesionales han comentado en numerosas ocasiones que a veces es literalmente imposible evitar estas rozaduras. Ellos, que tienen los mejores médicos y profesionales, han probado de todo, pero muchos no consiguen evitarlas completamente.

Ante esto, simplemente queda dar los mejores consejos y esperar a que te funcionen. El primero, es la limpieza. Las rozaduras, si se deben a una cuestión de sudoración sin más, se producen porque en la sudoración se desprenden también sales, y esas sales en un área poco ventilada y a altas temperaturas pueden provocar un roce constante y la aparición de llagas o rozaduras. Por eso, es fundamental la limpieza: ducharse siempre o usar gamuzas y líquido desinfectante para cuidar esta zona de forma constante. Limpieza y secado son claves si haces rutas largas o pruebas de varias etapas.

Sobre esta cuestión previa, hay otro tema: evita la depilación en estas zonas. Es cierto que muchos ciclistas lo hacen con láser y mucho antes de competir porque tienen abundancia de pelo en esta zona y eso también es una molestia. Pero si puedes evitarlo mejor. Porque cuando los primeros pelos aparecen, son auténticas agujas que pueden hacerte mucho daño.

El tercer consejo, es que estudies bien tu sillín. Estudia cuál te conviene más y por qué. Prima la comodidad ante una decisión en la compra, porque unos gramos de más nunca compensan el sufrimiento y la posible retirada (no sería el primer ciclista que tiene que bajarse de la bicicleta porque las rozaduras no le dejan seguir).

Usa crema de badana. Prueba unas y otras y descubre cuál te va mejor. Déjate también aconsejar por compañeros de grupeta, seguro que algunos ya saben lo que es testar cuál va mejor. Es algo útil, sobre todo si eres de los que monta en bici de manera puntual pero haces rutas de cierta distancia

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