Mi primer año en el triatlón; ¿Con lluvia no se entrena, no? La importancia de pertenecer a un equipo.

Me presento soy Rubén, una persona a la que le gusta estar activa, llevar una vida saludable practicando y disfrutando en el deporte y a la que le gusta tener ciertos retos deportivos asumibles para todo el mundo en el horizonte, algunos de estos “retos” han sido una carrera nocturna de 14km o una spartan, cómo veis retos que cualquier deportista popular podría completar, a fin de cuentas, soy una persona de lo más normal.

Espero que esta sea el comienzo de una serie de artículos en la que vaya hablando de mis experiencias en mi primer año entrenando a triatlón. En estos artículos encontrarás una visión personal de mis distintas vivencias, mis aprendizajes, errores cometidos y algunas anécdotas que espero puedan ayudarte si estas en ese mismo punto de querer empezar en este mundillo, o bien si quieres recordar y comparar como fueron tus comienzos en esto.

Parte 3 ¿Con lluvia no se entrena, no? La importancia de pertenecer a un equipo.

A diferencia de cuando se entrena solo, cuando formas parte de un equipo tienes mucha más facilidad para sacar entrenamientos duros. Al final el equipo siempre te va a empujar más y te va a ayudar a vencer la pereza y a esforzarte más.

Y con esta pequeña introducción, paso a contar la anécdota que me pasó cuando llevaba más o menos un mes entrenando con TRIGLOBEROS. Empezamos a entrenar en Octubre, pleno otoño, y por lo general, momento de más lluvias, así que tarde o temprano tenía que llegar el día de entrenamiento con lluvia.

Ese día tocaba correr en pista y yo, obviamente, quise confirmar si por la lluvia ese día tocaba descansar (que además me venía muy bien porque me estaban dando caña en los entrenamientos). Así que lo pregunté por el grupo del club, pero dando por hecho que me quedaba en mi casita… ¡Error! ¿Cómo que con lluvia no se entrena? ¿Quieres que te llevemos un paraguas al entrenamiento? Y otros muchos más vaciles me cayeron por mi pregunta inocente. Porque los triatletas somos buena gente pero también unos vacilones.

Al final fuimos solo tres personas a entrenar (muchas risas pero luego pocos en pista eh), ¡pero cumplimos! La lección que me llevé de esto, y que más adelante confirmé, es la siguiente: si yo hubiese tenido que ir a correr a solo, me hubiera quedado en mi casa, hubiese pospuesto el entrenamiento a otro día o puede que incluso me lo hubiese saltado o intentar sustituirlo por cinta de correr.

Foto del entrenamiento con lluvia sin paraguas

Y esto es algo que te da un equipo. Habrá dias que no tengas ganas de entrenar o que prefiramos gastar el poco tiempo libre que nos dejan las obligaciones para gastarlo con amigos o familia. Si voy a hacer un entrenamiento acompañado me hará vencer la pereza en esos días, que no son pocos.

Recuerdo más entrenamientos con lluvia que, de no ser por el equipo, yo solo no los hubiese cumplido y sé que a otros compañeros e incluso a los más experimentados les pasa lo mismo. Al igual que algunos dias de bici u otros entrenamientos, el pertenecer a un club te de ese plus que de otra forma no tendrías y buscarías excusas, como la lluvia, el calor, el cansancio o lo que sea.

No puedo sino recomendarte que, si quieres empezar en esto y no tienes claro por dónde, que te unas a un club. Eso te facilitará muchísimo las cosas y hará que las disfrutes mucho más.

Para despedirme, responderé la pregunta que seguro que muchos os estáis haciendo, ¿Al final me llevaron un paraguas al entrenamiento? Pues la verdad es que todavía lo estoy esperando, así que tampoco confíes a ciegas en todo lo que te digan los compañeros…

Segunda parte aquí

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *