Mi primer año en el triatlón; controla la motivación, haz caso a tu entrenador

Me presento soy Rubén, una persona a la que le gusta estar activa, llevar una vida saludable practicando y disfrutando en el deporte y a la que le gusta tener ciertos retos deportivos asumibles para todo el mundo en el horizonte, algunos de estos “retos” han sido una carrera nocturna de 14km o una spartan, cómo veis retos que cualquier deportista popular podría completar, a fin de cuentas, soy una persona de lo más normal.

Espero que esta sea el comienzo de una serie de artículos en la que vaya hablando de mis experiencias en mi primer año entrenando a triatlón. En estos artículos encontrarás una visión personal de mis distintas vivencias, mis aprendizajes, errores cometidos y algunas anécdotas que espero puedan ayudarte si estas en ese mismo punto de querer empezar en este mundillo, o bien si quieres recordar y comparar como fueron tus comienzos en esto.

Cuando empezamos a entrenar, por lo general, siempre tenemos muchísimas ganas de hacer cosas y entrenamientos duros ya que la motivación está por las nubes y, aunque esto a priori es algo muy bueno, también puede tener sus puntos malos.

Recuerdo que en mi caso, cuando empecé a entrenar triatlón, lo hice al comienzo de la temporada, es decir, en septiembre. En esa época del año ya han tenido lugar la mayoría de las pruebas y por eso la gente o bien está terminando su temporada o bien comienza a darle caña. De una forma u otra no suele ser una época de mucho volumen de entrenamiento, por lo que es el momento perfecto para empezar a entrenar este deporte.

Por esto, al no tratarse de entrenamientos con demasiada carga de volumen y unido a que tienes ganas de comerte el mundo, puede que existan momentos donde te quedes con “ganas” de más: de hacer alguna salida en bici, correr un rato después de un entrenamiento o lo que sea. Pero debes tener siempre presente una cosa, tu entrenador sabe más que tú y si ha programado ese entrenamiento es por algo. Además créeme que ya tocarán otras épocas donde eches de menos estos entrenamientos y que sufrirás como un perro.

La figura de un entrenador está precisamente para eso, para guiarnos en nuestros objetivos, en llevarnos al punto más alto de forma, en nuestra prueba objetivo en el momento adecuado y es imposible estar siempre a tope, nuestros cuerpos no son máquinas.

Puede que al principio te quedes con ganas de más, pero sobre todo tienes que pensar que tu cuerpo no está acostumbrado a la carga que le estás metiendo y le llevará un tiempo “acostumbrarse” y si le presionas demasiado hay bastantes opciones de lesionarte y eso sí que te frenará de golpe el entrenamiento y la preparación para el triatlón. Y, aunque el tema de lesiones o dolores es un punto al que desgraciadamente tarde o temprano te toque enfrentarte, creo que todos estamos de acuerdo en que cuantas menos papeletas compremos para que toque muchísimo mejor.

Foto de un entrenamiento en el que mi hicieron sufrir de lo lindo con el «triángulo de la muerte»

En mi caso, recuerdo que hubo un momento que los compañeros estaban hablando de las pruebas del próximo año y comentaron hacer la Media maratón de Madrid, una idea que, aunque en ese momento no estaba para nada preparado, me motivaba y pensé en apuntarme (creo recordar que tenía como tres meses y algo por delante hasta la prueba), pero el consejo de mis entrenadores fue que les parecía demasiado pronto en mi caso, y aunque pudiera completarla había muchas opciones de que sufriera mucho, que ya llegaría mi momento.

No puedo estar más agradecido de este consejo, ya que unas semanas después con mi volumen normal de entrenamiento empecé con dolores corriendo que me han tenido un tiempo parado y que todavía arrastro. No quiero ni pensar que hubiese sido de mí de haber aumentado el volumen de correr para llegar a esa media maratón. Muy seguramente mi lesión hubiese sido mucho peor y no hubiera cumplido mi sueño de hacer un triatlón.

Creo que el consejo que me dieron y que me gustaría compartir, es que en el triatlón es mejor ir quemando etapas e ir haciendo las cosas poco a poco. Esto al final es como montar en bici, es más seguro y sostenible en el tiempo empezar con ruedines que tirarte directamente por una cuesta. Hay que disfrutar de cada etapa, de cada entrenamiento, sin prisas por hacer más y poco a poco ir avanzando. Nuestro objetivo es seguir en esta afición muchos años y cuanto más sostenible mejor. También te digo, que tenemos ejemplos de gente que ha debutado en Iroman (¿verdad, MrFlipanding?) así que lo que vale para unos no siempre vale para otros.

En resumen, haz caso a tu entrenador, que siempre va a saber más que tú y te va a llevar por el buen camino y por último y en especial quiero dar las gracias a los míos por llevarme hasta donde me han llevado

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *