Trigloberos por la Cuenca del Henares

Este fin de semana tocaba quedarse cerca de casa y hacer una de mis rutas preferidas por la Cuenca del Henares, una zona sin grandes subidas, pero con bastantes «repechos» de más de dos kilómetros y desniveles superiores al 6%, que unido al poco tráfico hacen de esta zona una muy buena opción para salir los fines de semana. Personalmente me siento más seguro por carreteras donde hay muchos ciclistas, incluso entre semana, y los conductores están más acostumbrados a lidiar con nuestra presencia.

Quedamos los dos trigloberos y cuatro amigos que nos iban a hacer sufrir en las subidas, pero como buenos compañeros nos esperarían al terminarlas y nos apoyarían quitándonos el viento ofreciendo una rueda amiga. Si, mentalidad Enric Mas, somos capos. La ruta es muy divertida por la variedad, subida, rompepiernas, más subida, una cafetería y vuelta a casa favorable para romper los pedales e ir acoplado.

La ruta elegida para la ocasión, unos 80Km cercana a los 1000m de desnivel.

Comenzamos con el intento de Isaac de endilgarme la cámara de acción (marcas estaremos encantados de que contactéis con nosotros) el muy pillo, pero yo en la víspera había desmontado hasta los acoples de triatlón de la flaca y tras todo un mes de agosto sin bici, casi dos meses sin salir acompañado y viendo que el resto habían estado subiendo puertos como enfermos de la bici que son, yo no las tenía todas conmigo y decliné la amable oferta. Al final acaba en uno de los bolsillos del maillot de Isaac, pero me comprometo aquí y por escrito a hacer de sherpa en la próxima, parece una tontería pero la cámara con el soporte pesa más que un bidón lleno y cuando vas justito…

Salimos de Torrejón de Ardoz dirección Alcalá de Henares para subir por el Gurugú dejando a la derecha el parque natural de Alcalá, muy recomendable para runners, una subida de un par de kilómetros suave, pero que sirve como calentamiento para despertar las piernas. Sergio creo que había quedado con alguien en la «cima», porque nos dejó tirados a las primeras de cambio a los demás, yo aun con el desayuno revolucionado en la barriga, salvo a Alejandro que se le une. El día acompaña, por el fresco, y seguimos ya reunidos hacia Villalbilla dirección Corpa con otra subida suave y tendida de unos dos kilómetros al 5% de media, esta vez es José el que se viene arriba, con Alejandro que sale a todas, y nos espera para llegar a Corpa todos juntos.

El camino a Pezuela es un continuo sube y baja, la primera vez que fui por allí me tuve que dar la vuelta, y como vamos hablando nos fragmentamos para volver a reunirnos en el pueblo y afrontar juntos el repecho más duro de la jornada y donde yo aprovecho siempre que puedo para hacer un pequeño test de FTP. La subida a cochinos, Valdealcalá, son 2,7Km al 7,3% de media bastante estable que si no la conoces se hace larga si metes demasiados vatios al principio porque no hay descansos. Al final Jesús, Alejandro y yo, cual plañidera, subimos juntos como caballeros ingleses hasta que viendo que queda poco intento dar el palo, previo vaciado del bidón de agua, y los pura sangre me pasan por encima, los máquinas iban silbando y yo dándolo todo.

Nos volvemos a agrupar y nos dirigimos hacia Nuevo Baztán por carretera para gravel para afrontar la última subida de poco más de un kilómetro al 6% y con la promesa de un café bien caliente en el pueblo. Intentamos subir unidos, pero nos pueden las ganas y llueven los palos -yo lo intento pero soy ya un jamelgo-, eso si yo atajo y soy el primero en llegar al bar. Como nota curiosa en la subida en un lateral había un par de agentes del Seprona junto con un jabalí de dimensiones considerables que o bien lo habían atropellado o lo tenían aturdido, sabía que en la zona hay bastantes, pero nunca vi uno tan cerca de la carretera -jabalíes no agentes del Seprona-.

Cuando te dicen que te espera un café calentito.

Tras la parada de rigor, unas risas y el café en vena retomamos el camino ya de vuelta. El terreno es favorable y como es habitual y ya una costumbre vamos a fuego, terreno ideal para los postureos en Strava porque arregla cualquier media. En el último repechin en el que me pongo de pie sobre la bici, no acostumbro, sale a la luz la verdad con el sonido de la zapata rozando la rueda, he ido frenado todo el tiempo. La excusa perfecta -ni que lo hubiera guionizado Movistar- y ya en mi mente globera pasará la salida a la historia como aquella en la que aguanté a rueda aun con problemas mecánicos.

Una pasada poder compartir la mañana de bicicleta con personas que siempre aportan y que me dejó pensando cuando disfruto más sobre la bici si solo o en compañía, la verdad es que con gente así merece la pena cambiar un poco tus horarios para coincidir.

Lo poco que grabamos

Fue un placer, deseando volver a coincidir pero esta vez en una ruta un poco más dura.

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