Alimentos para prevenir los temidos calambres

Los calambres musculares se producen cuando un músculo se tensiona o se contrae sin intención de tensarlo y no se relaja. Entrenar cuando no se han tomado los líquidos suficientes o cuando se presentan bajos niveles de minerales (potasio, magnesio o calcio) son dos de las situaciones en las que se pueden sufrir calambres.

Otros déficits que provocan calambres musculares son los de vitaminas como la B1, B3 y C, que nutren el músculo. Las vitaminas del grupo B participan en el metabolismo de los nutrientes, y la antioxidante vitamina C favorece el equilibrio del calcio.

Sin embargo, estos también pueden llegar incluso por la noche al dormir, cuando el músculo parece más relajado.

Una dieta rica en hortalizas, frutas, legumbres y frutos secos permite obtener el potasio suficiente para realizar actividad física intensa y prevenir problemas como los calambres.

De los remedios caseros o alimentos con mayor contenido de cada mineral destacan los siguientes (en orden de mayor a menor concentración):

Potasio: Perejil (tanto seco como fresco), espinacas crudas, níscalos, aguacate, coles de Bruselas, repollo, patata, cardo, chirimoya, acelgas, plátano, etc.

Sodio: Sal de cocina, embutidos, quesos curados, etc.

Calcio: Algas (kombu y wakame), especias (albahaca, orégano, canela, laurel), sésamo, quesos curados, almendras, gambas, etc.

Magnesio: Pipas de girasol, almendras, legumbres, nueces, quínoa, avena, etc.

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