Bilbao Triathlon, reflexionamos sobre la prueba que dejó «secos» a los participantes.

Este fin de semana vivimos una polémica en las redes sociales como no veíamos desde hacía tiempo. El Bilbao Triathlon se celebró el pasado sábado 30 de septiembre en una tarde calurosa. A medida que avanzaba el fin de semana, las noticias que llegaban se centraban más en los problemas relacionados con la falta de agua para los participantes que en los ganadores del evento.

Personalmente, recuerdo el primer Tradeinn 140.6inn, donde nos quedamos sin agua en los avituallamientos en bicicleta y tuvimos que rellenar nuestras botellas solo con bebida isotónica o pedir a espectadores que nos ayudaran. En este caso, el organizador reconoció su error y emitió un comunicado poco después disculpándose por este y otros problemas. Al año siguiente, se aseguraron de que hubiera suficiente agua en los avituallamientos y pulieron otros errores.

En estos días, he tenido la oportunidad de escuchar y conversar con asistentes, participantes y la persona a cargo de la organización del evento. A continuación, presento los aspectos principales de sus declaraciones, centrándome en el tema de la falta de agua en los avituallamientos. No abordaré cuestiones relacionadas con la relación calidad/precio, la bolsa del corredor u otros aspectos que, en mi opinión, a veces son subjetivos y centrarme en la principal polémica.

Todo comenzó con una publicación en Instagram realizada por @eduborrowsport, en la que se observa a Helene Alberdi, quien quedó en segundo lugar, junto a la ganadora Sara Loehr. En su publicación, Edu reflexionó sobre el trato diferenciado que, en su opinión, recibieron por parte de la organización, incluyendo a Patricia Bueno, que quedó en tercer lugar. A partir de ahí, se desató una avalancha de críticas hacia los organizadores del evento, algo que no se veía en el mundo del triatlón desde hacía tiempo.

Ibai, un asistente de la prueba, nos informó sobre la gravedad del problema. Incluso mencionó que una triatleta del Sestao Triatloi Taldea tuvo que ser trasladada en ambulancia a un hospital debido a la deshidratación causada por la falta de agua. También destacó que, durante el sector de bicicleta, muchas personas tuvieron que rellenar sus bidones en fuentes o pedir ayuda, lo que podría llevar a la descalificación. Esto tuvo un impacto significativo en la cantidad de personas que experimentaron calambres.

Otra voz influyente en este contexto es la de Jorge «el pirata», ampliamente reconocido en la comunidad por su podcast «La Transición». Jorge participó en la prueba y ha expresado en redes sociales y podcast su preocupación por la desorganización, la falta de agua durante la etapa de bicicleta, y otros errores organizativos que considera muy graves. Él subraya que cuando se trata de la salud, no se puede permitir ningún error y que la disponibilidad de agua es un aspecto fundamental que no debería ser pasado por alto. Además, Jorge también nos ha comentado que, durante la carrera a pie, a él nunca le faltó agua, primero en botellas y luego en vasos.

He hablado con otros participantes que me han compartido sus experiencias, y todos coinciden en que la falta de agua en el evento es imperdonable. Señalan que esto pone en riesgo la salud de los competidores. En el primer avituallamiento, todos los participantes nos informaron que no había agua ni bebida isotónica disponible, y tuvieron que recurrir a pedir agua a las ambulancias o buscar fuentes para rellenar. A partir de ahí la carrera se convirtió en una yincana, para encontrar el oasis más cercano en medio de la sequía del avituallamiento. En el segundo avituallamiento de bicicleta, solo proporcionaron un botellín para rellenar los bidones, lo que causó problemas a varios corredores al no poder refrescarse. Durante la carrera a pie, nos mencionan que se les prohibió tomar un segundo botellín para refrescarse en pleno esfuerzo y que luego solo se les daban vasos de agua, en lugar de botellines.

Es importante destacar que, en este párrafo anterior enfocado en atletas populares, he optado por centrarme en el tema de la falta de agua. Aunque hubo otras quejas sobre la organización, como la falta de baños, la bolsa del corredor, la salida de la prueba, la salida del agua, la guía del triatleta y la falta de variedad en los avituallamientos, etc… el enfoque principal aquí es el problema de la falta de agua, pero son muchas las quejas escuchadas en otros aspectos, quizá también porque tras ese grave error todos los demás se magnificaron.


Y por último quiero también dar voz a la otra parte, la organizativa. He tenido la oportunidad de hablar con Yolanda Reyes, responsable del departamento de deportes de Innevento Sports, una empresa que lleva ya muchos años organizando este triatlón, y más recientemente con Trikirol como colaboradores. Estas son sus reflexiones:

Hasta la fecha, no se ha reportado ningún caso grave de desvanecimiento, deshidratación u otras afecciones derivadas de la falta de agua en la prueba. Esto se basa en la información proporcionada por los servicios médicos del evento. La tasa de participantes que se retiraron de la carrera fue de aproximadamente un 10%, lo cual es un porcentaje medio en este tipo de competiciones.

El organizador admite el error de la falta de agua en el primer avituallamiento, enfatizó que se ha prestado una atención significativa a la seguridad de los participantes y destacó que el número de asistentes y voluntarios supera al de los participantes. Según sus declaraciones, se proporcionaron alrededor de 4 litros de agua en botellines por participante, además de un litro adicional para rellenar, sin tener en cuenta bebidas isotónicas o refrescos. Yolanda como hemos comentado reconoció el fallo de no contar con agua en el primer avituallamiento en Gerekiz, ubicado un poco antes del kilómetro 30, pero aseguró que, en el segundo avituallamiento en Urduliz, un poco después del kilómetro 60, sí se disponía de agua.

Durante la carrera a pie, asegura que hubo suficiente agua, incluso sobraron botellines nos comenta, y en un momento dado también se ofreció agua en vasos. Por otro lado nos mencionó que algunos participantes quizás no estaban suficientemente entrenados o preparados para afrontar un reto de esta magnitud, y se comprometieron a trabajar en evitar errores similares en futuras pruebas.

En cuanto a la posibilidad de emitir un comunicado oficial admitiendo los errores, el organizador indicó que ya se había enviado un correo electrónico a cada participante y que se había llevado a cabo una encuesta para mejorar en futuras ediciones, por lo que no tienen pensado emitir ningún comunicado.

Al expresar mi opinión sobre la cantidad de agua, que me parecía escasa, teniendo en cuenta las altas temperaturas, el organizador reconoció que es posible que los cálculos se hayan basado más en atletas más experimentados que en grupos de edad, y aseguró que evitarían repetir el mismo error en el futuro. Es muy posible que no tuvieran en cuenta el agua que nos tiramos encima, para refrescarnos, y que muchos botellines se tiran a medio beber para no llevarlos encima.


Tras haber explorado las perspectivas de los participantes y la parte organizativa con relación al evento, queda en manos de cada uno formar sus propias conclusiones. Los relatos de los atletas populares y las declaraciones de la organización ofrecen una visión completa de la situación. Ahora es vuestra tarea evaluar estos testimonios y considerar las lecciones que pueden extraerse de esta experiencia, así como las posibles mejoras que podrían aplicarse en futuras ediciones del evento. Lo que tenemos claro es que algo tan básico como tener agua suficiente para abastecernos en carrera, tardemos cuatro o siete horas, es lo mínimo que se puede exigir.

Espero sinceramente que se aprenda de esta experiencia para mejorar en próximas ediciones del triatlón. Si no se corrigen estos errores, existe la posibilidad de que triatlones no respaldados por marcas importantes tiendan a desaparecer, como ya ha ocurrido en otras partes de la península, el que viva en Madrid sabe de lo que hablo. También es importante plantearse el papel de la federación, que debería supervisar previamente los avituallamientos y otros aspectos para prevenir situaciones similares.

¡Nos vemos entrenando!

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2 comentarios en «Bilbao Triathlon, reflexionamos sobre la prueba que dejó «secos» a los participantes.»

  1. De lo que dicen ellos … en urduliz habia agua!? … estaban rellenando agua en los botellines que tirábamos reutilizados de otros atletas… y alguno que se retiró allí que subió a la furgoneta en la que yo estaba dijo que no tenían agua… yo tuve que pedir agua a un caserío y seguido a una fuente en una iglesia que me dijeron allí tienes agua y ya en gerekiz al palco…. estaba totalmente desidratado … me sacaron Cocacola y realmente e estado fastidiado tomando el domingo 1 sobre de suero… a pie yo no estuve pero me han Dicho y e leído que los aficionados cogiendo agua de las fuentes para los participantes… sin más ya a pasado han mandado un correo pero ya está?! Se queda así?! Medio año entrenando para ese día y al traste no por mi culpa?! Las inscripciones no son gratis y duele que pase esto.

    Buen artículo. Gracias por darnos voz.

    1. Por lo que nos habéis comentado participantes, en el segundo avituallamiento daban un botellín de agua. Nosotros no estuvimos allí, pero hemos querido dar voz a lo que pasó. No como castigo a la organización, sino como toque de atención para el Bilbao Triathlon del año que viene o a otras pruebas. Debemos exigir unos mínimos, al menos en los detalles importantes porque como bien dices son meses de preparación, para que luego pase algo así. ¡Gracias por comentar!

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