Judías con tomate
La base de esta receta son las Judías verdes planas compradas crudas, cortadas en pequeñas tiras . La cocción de las judías la preparo junto con patatas cortadas en cubos grandes, garbanzos, tomate picado, cebolla y ajo. Una vez lo tengo todo listo, le añado unos taquitos de aguacate y decoro espinaca bien picada en crudo
INGREDIENTES
1 puñado de judías verdes planas crudas
100 gr de garbanzos cocidos
2 tomates
2 patatas medianas
1 cebolla
2 dientes de ajo
1/2 taza de salsa de tomate
2 tazas de agua
1/2 aguacate
Aceite de oliva
Sal
Orégano
Pimentón dulce
Opcional: espinacas crudas
PASO A PASO
- En una olla o sartén profunda salteamos el ajo en rodajas con un chorrito de aceite de oliva.
- Cuando esté dorado, añadimos la cebolla bien picada.
- Dejamos pochar durante unos minutos hasta que adquiera un color transparente, y añadimos las patatas peladas y cortadas en cubos de tamaño medio, de unos 2 o 3 cm.
- Saltamos, removiendo periódicamente, añadiendo otro chorrito de aceite de oliva si fuera necesario para engrasar la sartén.
- Cuando las patatas estén cogiendo un color ligeramente dorado, añadimos las judías verdes planas cortadas en tiras de unos 4 o 5 centímetros. Recuerda lavarlas y cortar las puntas antes de añadir.
- Salteamos hasta que las judías se vean ligeramente oscuras y un poquito más tiernas
- Añadimos 2 tomates cortados en cubos pequeños y removemos. Dejamos salteando.
- Seguidamente, añadimos una mezcla de 1/2 taza de salsa de tomate y 2 tazas de agua.
- Removemos y añadimos 1 cdita de pimentón dulce, dos pellizcos de sal.
- Cerramos la sartén u olla con una tapa y mantenemos a fuego medio-bajo cociendo lentamente, hasta que las judías y las patatas estén listas para comer, cuando ya haya reducido prácticamente todo el agua. Lo sabrás cuando se puedan atravesar muy fácilmente con un tenedor.
- En ese momento, añadimos los garbanzos cocidos, mezclamos y mantenemos 5 minutos.
- Lo servimos en un plato y añadimos láminas o taquitos de aguacate y un poquito de espinacas picadas. Otro pellizco de sal, un toque de orégano… ¡Y listo para comer! Si te sobra, guárdalo en la nevera para comer en los próximos días