La divertida agonía de un duatlón

Hace unos meses saltó a la palestra del mundo del triatlón la idea de que los duatlones estaban en peligro de extinción, que casi estaba ya muerto. Lejos de todo eso, el duatlón sigue vivo y el sábado pasado lo comprobé en Rivas. Cierto que el número de corredores no era muy alto, pero la fecha en el calendario y que la gente en Madrid está pensando más en un 10K de cara a un buen cajón de salida para la San Silvestre Vallecana, tampoco favorecían mucho. Aún así tanto en el Popular como en el duatlón de promoción había bastante gente.

Una dulce agonía

De la misma forma comprobé, de nuevo, que el duatlón no está muerto, sino que busca acabar contigo, que lo más seguro es que el muerto seas tú por la agonía que supone una carrera de estas. Una agonía, en este caso de una hora, en el que correr no está permitido, ir a tope es una obligación, o eso parece.

Tengo que decir que las ganas que tenía el día que me inscribí fueron desapareciendo con el paso de los días y el día antes de correr, más que ganas tenía una pereza enorme. Venía de dormir poco, ya se sabe, la vida adulta, y pensar en que el sábado tocaba madrugar para ir hasta Rivas y meterse un calentón como es un duatlón sprint… pues así de inicio parecía algo poco apetecible.

Una vez aparcado en el Auditorio Miguel Ríos ya me fui motivando. Ver el recorrido montado, hacer la cola para recoger los dorsales, colocarlos en la bici y casco, pasar a la zona de transición… Conocer a dos de los integrantes del Triatlón Atlético y que te acojan tan bien sin conocerme (muchas gracias a Alex y Ángel, sois dos paisanos enormes). Poco a poco fui entrando en materia. Justo antes de la salida iba repasando lo que me había dicho mi mister, Pelayo Menéndez: “Disfruta, no mires el reloj y vete por sensaciones”.

La carrera fue brutal en cuanto a sensaciones. En los segmentos de carrera iba flipando. Evité salir adelante, por el #efectosprimerafila, ya que se veía que había gente muy rápida y así fue. Primer km a 3:33, luego ya se relajó un poco. En el primer segmento me junté a una pareja del @triatlonsanse que llevaban muy buen ritmo. 

En el segmento de la bici pequé de no conocerlo con anterioridad, pero al ser modo hámster (4 vueltas) la sorpresa duró poco. Como siempre me pasa, quedé en tierra de nadie durante unos km, hasta que nos juntamos 3 y más o menos dimos relevos (algunos más y otros menos). Bici rápida y muy contento.

Ya en el segundo segmento de carrera, como la primera. Sensación de ir lento, pero ver el reloj y flipar con el ritmo. Contento muy contento con los 3 segmentos y con las sensaciones durante el duatlón. Muy contento porque lo que Pelayo lleva planificando tiene sus frutos y más cuando venía de una semana complicada y poco orientada a tener una carrera en fin de semana.

En resumen, que esto mola y mucho. Que tengo ganas de hacer otro y que para 2023 igual caen unos cuantos. 

PD: muy contento también de estrenar en competición el tritraje personalizado con Virklon e ir dando a conocer a Cooperación Internacional, la ONG con la que colaboro, a la vez que hago lo que más me gusta: deporte.

@diario_triatleta

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