El rodillo, ese aliado ciclista que tanto «gusta»

Ya empezó el buen tiempo, el sol, los días son más largos, ya no hace falta vestirse de largo para rodar con la bici… todo esto y algunas cosas más son indicadores de que ya podemos ir guardando el rodillo. Pero yo no lo voy a hacer. Todavía no, y puede que lo siga usando un tiempo más, alternándolo con las salidas al exterior.

Debo ser de los pocos que prefieren montar la bici a ese potro de torturas y “rodar” en los mundos virtuales de plataformas como Zwift o Bkool. Esto no significa que no salga fuera con la bici.

Barreras mentales para salir con la bici

En mi caso, que vivo en Madrid, hay varios aspectos que hacen que salir con la bici supongan un esfuerzo mayor:

  • tener que coger el coche o el transporte público para llegar hasta los puertos y que no se salga de madre el kilometraje.
  • el número de rutas desde casa, en mi caso se resumen en 3 (Casa de Campo, carril bici de Colmenar y el Pardo).
  • repetir zonas de entreno lleva al aburrimiento, por lo menos para mí.
  • el tráfico. Hasta que llegas a la zona de entrenamiento, en Madrid el tráfico puede estar un poco más loco o agresivo.
  • en verano el calor, madrugar y huir a zonas menos calurosas.

Ventajas de usar el rodillo

Este año le he metido un empujón al uso del rodillo. No es que sea lo más entretenido pero tiene algunas ventajas. Algunas de ellas son:

  • centrarse en el entrenamiento.
  • en caso de que sea “smart”, aporta datos que en la calle igual no puedes tener (en mi caso el tema de vatios).
  • Exprimes más el tiempo. No hay interrupciones, semáforos, tráfico… desde el primer minuto estás entrenando.
  • permite entrenar sin importar la climatología y el momento del día
  • permite hacer entrenamientos más específicos, sin tener que estar pendiente de otras cosas o tener “sustos”.
  • entrenas otros aspectos, como puede ser el nivel mental. No es fácil pasarse tanto tiempo en modo “hamster”.
  • por mi experiencia, globerística y corta, algunos entrenamientos como series o intervalos se hacen mejor encima de un rodillo o una bicicleta de spinning.

Vaya por delante que todo esto lo digo viviendo en ciudades grandes, como puede ser Madrid. Seguramente si viviese en una ciudad más pequeña el rodillo estaría más tiempo guardado en el armario que desplegado en una de las habitaciones. 

¿Y vosotros? ¿Ya habéis desterrado el rodillo de vuestra vida deportiva hasta la vuelta del mal tiempo? ¡Os leo!

@diario_triatleta

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Un comentario en «El rodillo, ese aliado ciclista que tanto «gusta»»

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