Test de Cooper: qué, para qué y cómo

¿Quién no ha oido hablar del famoso Test de Cooper? O mejor dicho, ¿quién no lo ha sufrido en alguna ocasión en clase de, la mal llamada “gimnasia”, Educación Física? Para muchos ese día se tornaba en pesadilla, sudores fríos, respiración entrecortada o simplemente decían juramentos por lo bajo porque en vez de jugar al fútbol tocaba correr sin saber el para qué.

¿Qué es el test de Cooper?

El test de Cooper es un test de rendimiento físico en el que se trata de correr durante 12 minutos por un terreno plano y sin obstáculos, lo mejor sería por una pista de atletismo, aunque muchos lo hemos hecho dando vueltas a un campo de fútbol. La idea es correr a alta intensidad y a una velocidad constante durante esos minutos.

Es un test que apenas se necesita material para realizarlo. Con un cronómetro y un gps, si lo hacemos fuera de una pista de atletismo, es más que suficiente.

Con estos 12 minutos que vamos a estar corriendo es lo necesario para dar un resultado aproximado de la capacidad aeróbica que tenemos, estimar el VO2 máximo y puede ser una gran herramienta de cara a futuros entrenamientos.

¿De dónde salió el Test de Cooper?

La primera publicación en la que aparece el nombre del Test de Cooper fue en los 60 del siglo XX, en un artículo de la revista Journal of the American Medical Association.

Fue Kenneth H. Cooper, médico del ejercito de los Estados Unidos, quién diseño este test para evaluar y valorar el estado físico de la tropa. Con una inversión mínima fue capaz de dar con un sistema que valoraba si el soldado estaba o no en buen estado de salud.

Las tablas del Test de Cooper

Este médico estadounidense diseño unas tablas en las que se valora el resultado en función de dos parámetros: condición física y edad. Las tablas establecen diferentes horquillas de edad y según la distancia recorrida durante esos 12 minutos que dura el test obtendrás una calificación.

Las tablas que existen diferencias por sexo. Siendo las siguientes:

Hombres (12 min)



Categoríamenos de 30 años30 a 39 años40 a 49 años50 años o más
Muy MalaMenos de 1600 mMenos de 1500 mMenos de 1400 mMenos de 1300 m
Mala1600 a 2199 m1500 a 1899 m1400 a 1699 m1300 a 1599 m
Regular2200 a 2399 m1900 a 2299 m1700 a 2099 m1600 a 1999 m
Buena2400 a 2800 m2300 a 2700 m2100 a 2500 m2000 a 2400 m
ExcelenteMás de 2800 mMás de 2700 mMás de 2500 mMás de 2400 m
Mujer (12 min)



Categoríamenos de 30 años30 a 39 años40 a 49 años50 años o más
Muy MalaMenos de 1500 mMenos de 1400 mMenos de 1200 mMenos de 1100 m
Mala1500 a 1799 m1400 a 1699 m1200 a 1499 m1100 a 1399 m
Regular1800 a 2199 m1700 a 1999 m1500 a 1899 m1400 a 1699 m
Buena2200 a 2700 m2000 a 2500 m1900 a 2300 m1700 a 2200 m
ExcelenteMás de 2700 mMás de 2500 mMás de 2300 mMás de 2200 m

Consejos para realizar el test de Cooper

Como siempre antes de realizar cualquier entrenamiento o prueba hay que calentar adecuadamente. En este caso se aconseja correr un kilómetro a un ritmo muy suave y después del test no dejar de correr bruscamente, sino que compensa caminar o trotar durante unos minutos y estirar para evitar problemas musculares.

El equipamiento, lo mejor seria con ropa a la que ya estemos acostumbrados y cómodos.

¿El mejor lugar para hacer el test de Cooper? Como ya hemos dicho más arriba el lugar idóneo sería una pista de atletismo, en caso de que no tuviésemos una a mano buscar un lugar plano, sin giros bruscos e interrupciones (semáforos, cruces, pasos de peatones…) para poder mantener el ritmo de carrera.

¿Para qué sirve el test de Cooper?

Aunque esto lo abordaremos en otro post, el test de Cooper nos permite calcular diferentes parámetros. Siendo el más conocido el VO2 máximo (el volumen máximo de oxigeno que puede procesar nuestro cuerpo durante la realización de un ejercicio). El test de Cooper suele ser la prueba más habitual en el cálculo de este valor (sencillez, tiempo, economía…).

Para calcular el VO2 max con el test de Cooper se aplica la siguiente fórmula:

  • VO2 Máx = 22,351 x distancia recorrida (km) – 11,288

El resultado que obtenemos es una estimación indirecta del valor de VO2 máximo del deportista que ha realizo el test de Cooper.

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